El director Perry Blackshear nos sorprende con esta extraña y pequeña propuesta sobre dos hermanos con un pasado lleno de problemas que empiezan a encauzar sus vidas y que está lleno de giros que a primera vista parecen absurdos y hasta ridículos, pero resulta que cuanto más te adentras en la historia y conociendo sus misterios, todo se vuelve mucho más consistente de lo que parecía en un principio.
Se nota que no hay un gran presupuesto en When I Consume You, pero si que hay una historia contada de una manera diferente y original, lo que la convierte en una de las sorpresas inesperadas de esta edición, una de esas películas muy poco conocidas, y de la que no sabia apenas nada antes de verla, y que te va llevando por diversos caminos, desde la incredulidad sobre lo que estás viendo en un principio a ver como todo va cuadrando dentro de su propia lógica y que encaja perfectamente.
Me siento un poco atado de manos porque no quiero revelar nada sobre su argumento más de que va sobre dos hermanos con problemas, y es que lo mejor es acercarse a ella sabiendo lo mínimo para dejarte sorprender por ese camino de distintas sensaciones en cada giro y en cada explicación dentro de una trama muy bien pensada en donde no hay nada que no tenga un sentido.