Nocturna empieza con Ulises, un hombre mayor de 90 años, desorientado dentro de su propio edificio, el conserje lo acompaña hasta la puerta de su apartamento, resulta que había salido a comprar y se había olvidado y perdido antes de salir. Nos presenta así a un hombre con problemas de memoria en una noche en la que se enfrentará a una serie de sucesos extraños, mas cuando han robado recientemente en el edificio, lo eso hace que Ulises y su mujer estén temerosos y desconfiados.
En Nocturna encontramos más un drama sobre la vejez que un film de terror propiamente dicho. Hay elementos sobrenaturales y varios giros, que se ven venir a la legua, pero la película tiene un problema grave de ritmo, lo que hace que sus 100 minutos de duración, sobre todo en su tramo final, se llegan a hacer muy largos para lo que nos quiere contar.
Y por lo visto, parece que hay un Nocturna B, Donde los Elefantes van a Morir, que parece ser es lo mismo pero contado desde el punto de vista de la mujer. Yo con una ya he tenido suficiente, no me hace falta más. Lo más destacable es la actuación de los dos actores principales, Pepe Soriano y Marilú Marini, los dos ancianos se marcan un papelón, una lástima que el film no sepa aligerar un poco el ritmo y no hacerse tan tedioso.