Ya tocaba acercarse un año al Festival de Cine de Terror de Molins de Rei, un evento que no ha parado de crecer en los últimos años y que está resultando ser una cita cada vez más ineludible para el fan del terror. Ha sido tan solo un día el que me he podido escapar, pero he podido disfrutar de su ambiente y de dos sesiones dobles que han dejado buen sabor de boca.
El Festival celebra este año su edición número 37 y dura 10 días que se coronan con la ya habitual maratón de terror de 12 horas. Estuve en La Peni, la sala donde se proyectan la mayoría de películas, que es un teatro remodelado donde todo es muy nuevo y muy agradable, una sala no demasiado grande pero muy acogedora y con un bar al lado donde nos reunimos todos y donde se pueden ver a actores y directores tomando algo y muy accesibles.
Empezamos la tarde con Piercing de Nicolas Pesce, el director de The Eyes of My Mother presenta su segundo trabajo que me perdí en Sitges, con lo que era una buena manera de recuperarla. Se trata de un particular thriller con mucho humor negro en el que un hombre casado y con un bebé está obsesionado con matar, y decide poner en marcha un plan para cumplir su deseo. Alquila una habitación de un hotel y llama a un servicio de protitutas para que envíen una chica y matarla, pero su minucioso plan se irá al traste cuando aparezca Jackie, una extraña joven con la que pasará una noche insólita.
Se trata de un film pequeño con pocos protagonistas en donde cobran gran fuerza las actuaciones de Christopher Abbott y sobre todo de Mia Wasikowska. Basado en la novela de Ryû Murakami, nos lleva hasta el lado más oscuro del ser humano y a pesar de algún altibajo y algún que otro extraño giro de guión, es cortita y es capaz de suscitar el interés por ver como acaba la historia.
Seguimos la primera sesión doble con el found footage coreano Gonjiam: Haunted Asylum, que resulta ser un entretenimiento bastante aceptable con una historia de fondo que sin aportar nada nuevo, funciona de manera correcta. Nos cuenta como un grupo de jóvenes se apunta a la retransmisión en directo de una incursión nocturna al manicomio de Gonjiam, uno de los lugares con más presencia sobrenatural sobre la Tierra. Una vez allí tendremos los típicos sustos y las típicas presencias fantasmales. No hay mucho que destacar, pero al menos no aburre.
La sesión doble de la noche empieza con Lifechanger, que es el mejor film del día con diferencia. El nuevo trabajo de Justin McConnel, que además viene a presentarlo, es uno de esos claros ejemplos que con cuatro duros y un buen guión se puede hacer una gran película. Lifechanger nos presenta a un cambiaformas, un hombre que se ve en la necesidad de asesinar para adueñarse del cuerpo de otro, o de otra, y así poder seguir viviendo, ya que los cuerpos de los que se apropia empiezan a deteriorarse pasado un tiempo. Pero ha llegado a un punto en que los cuerpos nuevos que habita se desgastan rápido, en cuestión de días, y viendo que su final puede estar cerca, decide acercarse de nuevo a la única mujer que ha amado.
McConnel nos viste de fantástico y de terror una historia de amor muy emocional que funciona como un tiro en su primera mitad, donde sirve para situarnos y conocer al protagonista y como funciona, para luego calmarse y entra de lleno en la historia de la chica y como se va acercando a ella. McConnell reflexiona sobre el amor verdadero y sobre la vida misma, sobre las segundas oportunidades, en un film que desde luego ha sido una grata sorpresa.
Y acabamos el día con la divertida Book of Monsters, un film muy amateur, incluso cutre si se me permite, pero rodado con mucho cariño. Vienen a presentarlo además su director, Stewart Sparke, y las tres actrices principales. Book of Monsters nos ofrece un film de claras referencias ochenteras y a Buffy, en el que una joven a punto de cumplir los 18 años se tendrá que enfrentar a su destino cuando en su fiesta de cumpleaños empiecen a aparecer monstruos que le recuerdan a los que salían en un libro que su madre le leía de pequeña. Junto con sus dos mejores amigas, se enfrentarán a esta horda de criaturas antes de que acaben con todos ellos.
Lo mejor que se puede decir de Book of Monsters es que es simpática, un film muy artesanal y con mucho gore que además está protagonizado por tres chicas, algo no muy habitual en esta clase de films. Para pasar un buen rato con los amigos y sin muchas exigencias.
Y esta es mi pequeña crónica del Terrormolins, un festival que me ha gustado mucho por su pequeño formato muy de estar por casa, donde cada sesión doble es presentada y te explican lo que vas a ver, donde los precios son de risa, sesiones dobles por 5.50, y en el que espero de cara al año que viene poder saborear más a fondo. Os dejo de paso con el palmarés.