Warner Bros. quería que Christopher Nolan dirigiera la adaptación de Ready Player One, la novela de ciencia ficción de Ernie Cline, pero finalmente el proyecto ha caído en manos de Steven Spielberg, al cual ya le tocaba volver al género que más reputación le ha dado.
Ready Player One se centra en un joven que compite en una complicada caza de un tesoro digital en el año 2044 en su juego favorito de realidad virtual. Tendrá que enfrentarse a poderosas corporaciones y otros duros competidores para alcanzar la victoria. Las pistas para resolver el juego se basan en la cultura pop de finales del siglo XX.
Por lo visto, la novela tiene multitud de referencias a videojuegos y a personajes, lo cual supondría un claro esfuerzo por hacerse con los derechos de todos ellos para la película, algo que no debería ser demasiado complicado, ya hemos visto otros ejemplos como Toy Story en su día con los juguetes o la reciente Pixels que precisamente también toca el mundo de los videojuegos.