La comedia de terror de Nueva Zelanda Housebound va a tener su propio remake norteamericano. New Line se ha hecho con los derechos de este película del año pasado que algunos pudimos ya ver en Sitges.
Housebound nos cuenta como tras un atraco fallido, la delincuente Kylie será condenada a arresto domiciliario en la casa donde creció y a la que preferiría no haber vuelto nunca. Kylie vuelve a vivir con su absurdamente adorable madre Miriam y su novio. También se encontrará viviendo con un espíritu decididamente hostil que parece estar igual de contento que ella con la nueva situación. Por suerte, una especie de guarda de seguridad a cargo de monitorizar a Kylie es un cazador de fantasmas amateur. Pase lo que pase, Kylie no puede ir muy lejos ya que tiene en su tobillo un brazalete de seguridad. Si no le queda más remedio que estar en la casa, tendrá que enfrentarse a todo lo que entre en ella.
Gerard Johnstone, guionista y director del film original ejercerá de productor tan solo, con lo que se tendrá que buscar nuevo director. Podéis leer la crítica de Sitges aquí.