Película de zombis en plan musical y adolescente que supone un soplo de aire fresco al género a pesar de que su propuesta se va diluyendo en su parte final ya que pierde precisamente esa frescura de su inicio y porque las canciones cada vez son menos interesantes.
Nos encontramos en la pequeña Little Haven, Anna y sus amigos preparan la función de Navidad en el instituto antes de que una horda de zombis invada el pueblo. A base de canciones pop muy tipo Glee, los personajes empiezan mostrando sus dudas sobre la vida y el futuro que les espera, sobre los amores no correspondidos en unas composiciones con mucho ritmo y coreografías sencillas, no necesita mucho más.
Pero tras 4 o 5 canciones de lo más animado y muy pegadizas, incluyendo un impagable número musical con Papas Noeles, las canciones se van volviendo cada vez mas aburridas y sosas a la par que la trama, que se encalla al poco de aparecer los zombis para convertirse en una película más de supervivientes corriendo de un lado para otro escapando todo el rato de zombis, y dejando de lado su faceta más divertida del principio que era precisamente lo que la hacia especial.