Stephen Chow lleva unos cuantos años en que le cuesta ponerse a dirigir, y encima sus últimas películas no han sido gran cosa, por eso cuando se anunció que iba a dirigir una nueva versión de La Sirenita me lo tome por un lado con alegría por ser una nueva película suya, y por otro lado con cautela después de un par de películas más bien flojas.
The Mermaid en una historia con claro trasfondo ecológico en el que un gran grupo empresarial quiere construir un complejo turístico en un paraje protegido, lo que evidentemente no será impedimento. Pero esto afectará a las sirenas de la zona, que decidirán entonces idear un plan para matar a su jefe enviando a la más guapa de todas para hacer que se enamore de ella y así atraparlo.
Chow sigue estando lejos de sus grandes películas, pero esta es sin duda lo mejor que nos ha ofrecido su director desde Kung Fu Sion, lo cual es de agradecer. Tiene varios de los elementos característicos de su cine, unos personajes llevados al extremo, tanto que son incluso ridículos, unos efectos especiales exagerados que al final pintan bastante mejor que lo visto en los avances, y un humor absurdo marca de la casa que me ha hecho llorar de risa en más de una ocasión, el gag de la comisaria es divertidísimo.