Se le llama Jane Doe a aquella persona mujer desconocida, es el termino que utilizan en el film para referirse a un cadaver que acaba de aparecer en un sotano de una casa donde se han producido unos asesinatos sin explicación. El cadaver es llevado a la morque que regentan Tommy y Austin Tilden, padre e hijo, que intentarán deducir las causas de la muerte, pero el cadaver tiene secretos ocultos inexplicables que escapan a toda lógica.
André Øvredal, el director de la inquietante Trollhunter, debuta en inglés con un intrigante thriller de terror que nos presenta un misterio que va creciendo en complejidad y que afortunadamente resuelve de manera satisfactoria, lo cual ya es decir mucho. Pero no solo eso, sino que sabe crear tensión dentro del escenario cerrado que es la morgue gestionando muy bien lo que tiene entre manos.
Hay un par de giros que ves venir, pero suponen un mayor problema ya que finalmente todo está justificado. Brian Cox y Emile Hirsch, padre e hijo en el film, tienen complicidad y eso se nota en el resultado final. El director noruego consigue hacer que el bello cadaver de una joven acojone más que monstruos y asesinos que hemos visto en muchas películas, y eso tiene mucho mérito.