Nos habían vendido Under the Shadow como la nueva The Babadook, y aunque no soy muy partidario de las comparaciones, en este caso es que son casi inevitables. Primero porque nos encontramos con una casa encantada donde están solas la madre y su hija en esta caso, que son acechadas por una fantasmal presencia, y segundo porque trata el tema de la soledad. Luego ambas películas toman caminos diferentes y tienen cosas distintas entre ellas.
La película iraní nos lleva hasta el conflicto Irán e Irak, y lo utiliza como un elemento más de terror, esa sensación angustiante de que en cualquier momento pueden lanzar un ataque y destruir tu hogar y tu vida está presente todo el rato. A eso hay que sumarle un jinx, un demonio que acecha a la niña y además, una madre demasiado moderna para la época, lo que se aprovecha para hacer crítica también.
Cocinada a fuego lento, no es una película de sustos constantes, pero si que va creando una atmósfera insana y minuto a minuto y sus golpes de efecto son originales, una grieta en el techo nunca dio tanto miedo.