Kim Jee-woon, el director de películas como I Saw the Devil, nos trae a Sitges un impresionante thriller de espionaje de corte clásico con unas maravillosas escenas de acción y con mucho suspense e intriga ambientado en la época de la ocupación japonesa en Corea. Una de esas películas asiáticas que hay que estar muy pendiente de todo para no perderse, ya que entre sus varios personajes hay topos en ambos bandos y un policía que juega a dos bandas sin que sepas muy bien por donde va a tirar.
Nos cuenta como la resistencia está en horas bajas y espera dar un gran golpe definitivo, pero para ello deberán primero transportar una gran cantidad de explosivos. Empieza así un juego en el que nunca sabes cual de los dos bandos lleva ventaja sobre el otro y donde el director afina la tensión hasta el milímetro en esta lucha de anticipaciones y de saber los movimientos de cada bando.
Estamos frente a un film coreano que no se hace largo, con un ritmo pausado pero que para nada se hace pesado, ya sabemos que son dos cosas de las que suelen pecar el cine asiático, pero aquí todo está medido al detalle y no sobra nada. Sin duda una de los mejores films coreanos y asiáticos en general que se pueden ver y disfrutar este año.