Barry es un hombre de pocas palabras, borracho y drogadicto, que tiene a mujer y a su hijo en casa y que pasa de ellos. Barry es un desecho humano que un día es abducido y un extraterrestre toma el control de su cuerpo. Ahora, paseando por la noche de Ciudad del Cabo, Barry, el alien que hay en él, se adentra en un sórdido mundo de drogas, sexo, violencia y alcohol que le llevará a descubrir el lado más decadente de la humanidad.
Fried Barry es una loca comedia disparatada que tiene sus mejores momentos en su primera mitad, y que luego se torna más calmada pero sin dejar de lado el mostrarnos como el ser humano puede ser capaz de lo peor y a la vez de lo mejor a la inocente vista de este ser venido de otro planeta.
Fried Barry no podría existir sin Gary Green, que da vida a este inusual personaje que observa atónito los excesos del ser humano dejándose llevar por una espiral de perversión y alucinógenos. Quizás esperábamos algo más de ella, pero desde luego que acaba resultando ser de lo más curiosa y salvaje cuando se pone a ello.