Stopmotion es el film de debut de Robert Morgan, que aprovecha su experiencia en cortometrajes stop-motion para mostrarnos como el rodaje de una película con esta técnica se convierte en una inquietante pesadilla para nuestra joven protagonista.
Aisling Franciosi interpreta a Ella Blake, una joven que vive bajo el dominio de su madre, una leyenda del stop-motion, que ha perdido la movilidad en sus manos y que tiene a su hija como si fuera una esclava rodando bajo sus estrictas ordenes su último trabajo. Tras caer su madre en coma, decidirá abandonar el proyecto de su madre con la idea de iniciar el suyo propio, y mudará su estudio a un viejo edificio, donde se encontrará con una misteriosa niña que la guiará en su nuevo trabajo.
La stop-motion que nos muestra el film y que se va intercalando con las escenas de acción real es realmente tétrica y oscura, así como la aparición de la niña se va haciendo cada vez más macabra con sus exigencias, lo que nos va adentrando en una espiral de pesadilla cada vez más delirante y retorcida.
Stopmotion ha sido una de esas sorpresas que te encuentras de vez un cuando, un film turbio y que se va adentrando en una insana locura a medida que nuestra protagonista avanza en su propia película y se mezclan realidad y ficción, que además se complementa muy bien con la historia del film que está rodando y el misterio que rodea su trama sobre una niña perdida en el bosque que se encuentra con una temible criatura que la viene a visitar cada día.