El primer largo del francés Baptiste Rouveure parte de una buena y prometedora idea, que explora a través de un film sin palabras pero con poderosas y estremecedoras imágenes. Anonymous Animals nos presenta una especie de mundo al revés, donde humanos y animales han cambiado sus roles, y los primeros ahora viven cautivos y a merced de figuras antropomórficas con rostro de animal.
Desde luego la premisa es abrumadora, y nos muestra el sufrimiento de los humanos en estos roles invertidos donde los animales no tienen reparos en usar la violencia y la intimidación para unas situaciones que aun siendo del todo cotidianas en el día a día, cuando vamos al humano colocado en lugar del animal, se puede apreciar realmente como nos ven y como se sienten.
¿Que la cosa hubiera dado para más? Pues seguramente, pero se nota que la película está hecha con muy poco presupuesto y puestos a tirar por lo barato, vamos al menos a darle un toque diferente, reflexivo, sin diálogos y me parece que acierta de lleno en su propósito de colocarnos en el lugar opuesto y dar que pensar sobre ello.