Después de los zombis nazis y los nazis en la Luna, llegan los tiburones voladores nazis en esta Sky Sharks que es tan mala como cabía esperar, pero ya íbamos a eso ¿no? La cosa va de que unos nazis zombis despiertan y junto a sus tiburones voladores empezarán a sembrar el caos por todo el mundo.
Sky Sharks sabe a que público se dirige y no se esconde, ofrece justo lo que se espera de ella, una producción muy al estilo Asylum, con mucho croma y mucho efecto digital barato, actuaciones penosas y pasadas de rosca, y una trama absurda que tiene su gracia. Pero lo peor de todo es un montaje caótico y sin ritmo alguno, en donde se nos van metiendo largos flashbacks que hacen que su visionado sea farragoso y muy atropellado.
Es una película que hace más gracia en su concepto, por lo loco de su premisa, y decir que la has visto, que sufrir su visionado, el cual solo recomiendo en compañía de amigos y con unas buenas dosis de cerveza, o lo que prefiráis. Hacen gracia algunos cameos que tiene y poco más. Y por si alguno se lo pregunta, si, hay algo de despelote gratuito.
Ya no me quedo a ver Monster Seafood Wars por cansancio, por lo incómodo que es el piso de arriba del Prado y por tres niñatos a los que ya he tenido que llamar la atención por estar sin mascarilla y comiendo una bolsa de patatas, y no tengo ganas de jaleo.