Hacia tiempo que iba detrás de ver The Birthday, el film de Eugenio Mira de 2004 que recientemente se ha ido reivindicando y convirtiéndose en una especie de film de culto que bien merecía esperar a Sitges para verlo en todo su esplendor en pantalla grande. Y a pesar de que no me ha decepcionado, si que hay que reconocer que se le notan sus veinte años que tiene ya encima.
The Birthday nos sumerge en una noche de locura que empieza de una forma muy tranquila, con el personaje de Corey Feldman, Norman, un joven tímido y bonachón que está tan enamorado de su novia que es incapaz de ver como ella juega con él. Con su particular voz y tartamudeo, como si de una especie de Jerry Lewis se tratara, Norman ha sido invitado a la fiesta de cumpleaños del padre de su novia, donde será presentado a la familia, una familia que además es rica y de clase alta, pero ella no hace más que darle largas y retrasar el momento.
La situación se va enrareciendo cada vez más, sobre todo cuando empiezan a aparecer personajes misteriosos y extraños sucesos que acabarán llevando a Norman al límite de su cordura y de su aguante, y eso que el pobre tiene bastante. Es algo que me gusta del film, que en todo momento el personaje principal es coherente y no se le va la pinza en exceso.
The Birthday es definitivamente toda una experiencia y una rareza para la época, no es perfecta pero si que tiene mucho mérito y está llena de sorpresas, con un tramo final de lo más alocado que te acaba dejando muy buen sabor de boca.