Dead Mail ha sido otra grada sorpresa dentro de Noves Visions, un pequeño film que nos cuenta un caso real ocurrido en los años 80 en el que una nota de ayuda manchada de sangre es encontrada en un buzón y acaba en el departamento de correos de cartas perdidas donde Jasper, que se dedica a investigar su destino y hacerlas llegar hasta él, decide investigar que hay detrás de la misteriosa nota y si se trata de una broma o es real.
Es de lo más interesante, y sin duda la parte del film que más se disfruta, el ver como Jasper investiga las cartas que tienen la dirección borrada o que no se entiende y consigue encontrar donde enviarlas, observar sus recursos y sus técnicas de investigación en una época en la que el correo ordinario generaba mucho más tráfico que en la actualidad.
Los directores Joe DeBoer y Kyle McConaghy dividen la historia en varios segmentos y diferentes puntos de enfoque para contar el caso desde todas sus perspectivas, y si bien su tramo intermedio puede hacerse un poco cuesta arriba, al final la recompensa de ver como se soluciona todo merece mucho la pena y se convierte en un thriller de lo más completo.
