Estamos frente a una de las películas más originales y frescas que he visto en mucho tiempo, y no por su trama sobre mafiosos o su estructura a base de capítulos que repiten la historia una y otra vez con diferentes modificaciones dependiendo lo que haga su protagonista, que no deja de ser un Run, Lola, Run, sino por los ingeniosos mecanismos que es capaz de crear la joven protagonista.
Sew Torn es la historia de una joven costurera llamada Barbara que regenta el negocio de su madre fallecida pero que está al borde de la quiebra. En un trabajo a domicilio, pierde un botón y tiene que salir pitando a la tienda a por otro, pero en el camino se encuentra un accidente con dos personas moribunda en la carretera y un maletín lleno de dinero. Barbará tendrá que decidir si quedarse el dinero, llamar a la policía o simplemente pasar de largo como si nada, cada una de sus decisiones dará lugar a consecuencias imprevisibles.
La gracia de Sew Torn está en los ocurrentes y elaborados dispositivos que es capaz de montar nuestras costurera a base de hilo y aguja para intentar salir airosa de situaciones comprometidas, algunos de ellos simplemente alucinantes. Este primer trabajo de Freddy Macdonald es realmente un perspicaz thriller que juega con la comedia y la inventiva, y que no deja de sorprenderte a cada momento.