Nos encontramos en Bookworm con una de las películas más tiernas y entrañables de esta edición del Festival de Sitges, una comedia de aventuras que nos lleva hasta Nueva Zelanda, donde un padre que no ha conocido nunca a su hija de 11 años, tiene que viajar desde Estados Unidos para cuidar de ella después de su que su madre haya sufrido un accidente y esté en coma.
Nell Fisher, a la que hemos podido ver en Posesión Infernal: El Despertar y a la que veremos en la última temporada de Stranger Things, interpreta a Mildred, una chica muy alejada de la típica imagen que podemos tener de una niña de su edad. Le gusta leer y aprender, y su sueño es conseguir una imagen de la mítica pantera negra gigante, que como dice en el film, es el Bigfoot de los neozelandeses, y por la que pagan una buena recompensa. También hay que decir que es bastante repelente y puede llegar a ser odiosa, pero oye, a mí dame una Mildred en mi equipo, me encanta su desparpajo, su ironía y su sinceridad.
Bookworm es el segundo largo de Ant Timpson, que vuele a trabajar con Elijah Wood tras su debut con Come to Daddy. Wood interpreta aquí al padre de la criatura, un ilusionista que ha conocido tiempos mejores y que decide a desgana emprender una viaje de acampada para encontrar la pantera. La verdad es que es un papel que le sienta muy bien, la de padre que intenta conectar con su hija con un punto de inocencia y de paternalismo que Mildred se encargará de dejar por los suelos.
Bookworm nos lleva por una aventura en medio del desierto y la naturaleza que no estará exenta de peligros, un viaje en el que padre e hija tendrá que conectar si quieren salir airosos y cumplir con su objetivo, aunque no lo tendrá nada fácil.