Llega a Sitges la esperada tercera parte de la saga Terrifier de Damien Leone, que ha conseguido con su personaje Art the Clown algo que seguramente ni el mismo se esperaba cuando rodó la primera parte con cuatro dólares. El film sigue allí donde lo dejamos en la segunda parte para luego avanzar 5 años en el tiempo y llevarnos a plena época navideña, donde encontramos a Sienna saliendo de una residencia para irse a vivir con la familia de su tía y a su hermano Jonathan estudiando en la universidad.
Terrifier 3 sigue la estela de la segunda parte, una película a la que le sobraría media hora y que su director se empeña en llenar de diálogos y en construir personajes que van a morir en breve. Art the Clown está un puntito más sádico que en las anteriores, que ya es decir, y se siguen dando pinceladas sobre su origen y su mitología.
Cuando se pone gore es muy divertida como las anteriores, las salvajadas del payaso no tienen límite alguno, y como era de esperar, se deja la puerta abierta a una nueva continuación cuyo punto de partida puede ofrecernos algo distinto a lo visto hasta ahora.