Otro de esos animes pastelosos a más no poder, esta vez con una IA de protagonista en el cuerpo de una joven adolescente. La acción nos lleva hasta una pequeña ciudad japonesa donde hay una gran empresa tecnológica, en la que una científica y su grupo crea una Inteligencia Artificial y para probarla, no se les ocurre otra cosa que meterla en el cuerpo de una adolescente robótica y enviarla al instituto donde estudia su propio hijo para realizar un test en absoluto secreto, sin que se enteren los jefes, y ver si es capaz de colar entre los alumnos. Esto es solo un principio de las tantas cosas que hay mal en esta película, un film haría que Alex Garland se tirará de un puente después de arrancarse los ojos.
Evidentemente, tardan en pillar a la chica menos de lo que tardo yo en hacer esta crítica, pero es que además, la tía se cuelga a la mínima y le salen unos tubos de la barriga, vamos, de lo más normal cuando haces un robot para pasar desapercibido. La chica es todo alegría y pasión, en un entorno de esos chachi guays de este tipo de animes, donde todo el mundo quiere ayudar y esconder a la joven para que no la pillen, ya que claro, el que la descubre es el hijo de la científica y no quiere que despidan a su madre de la empresa.
Y así, un acumulo de despropósitos uno tras otros que hacen que me revuelva en la butaca, y por si fuera poco, todo acompañado de música y canciones que no son nada del otro mundo. Su segunda mitad hace que la película mejore un poco, eso y una animación muy bonita hace que no sea un desastre absoluto, pero queda claro que este tipo de animes no son para mí, como hecho de menos los viejos tiempos de animes de ciencia ficción más adultos y atrevidos.