Deadstream nos propone un found footage de lo más divertido que nos cuenta un poco lo mismo de siempre, el streamer que se mete en una casa encantada con la idea de pasar la noche y retransmitir en directo para ganar seguidores ¿Donde está la gracia entonces? Pues entre otras cosas en el personaje que nos regala Joseph Winter, el director, guionista y protagonista del film.
Winter se pone en la piel de Shawn Ruddy, un streamer caído en desgracia tras realizar algunos videos que no han sentado muy bien a ciertos colectivos. En la era actual de internet de los ofendiditos, Shanw ha recibido por todos lados, y tras pedir disculpas en un video, ha podido finalmente recuperar su cuenta y conseguir un sponsor para un nuevo video, el de la casa encantada. Lo que no se espera Shawn es pasar la peor noche de su vida.
Shawn Ruddy es uno de esos flipados de internet que busca fama a toda costa y que no es muy espabilado, por decirlo de una forma suave, una clara parodia que la verdad es que consigue caerte bien nada más empezar. Deadstream es un desfase de efectos especiales cutres y de una historia de fantasmas que no hay por donde cogerla, pero oye, que nos le hemos pasado en grande viendo sufrir a Shawn, y su tramo final es todo un festival.