Primera de las dos películas que presenta esta año Quentin Dupieux en Sitges, y la más seria, si es que se le puede llamar así, de las dos pero que no deja de lado su típico humor absurdo. Nos presenta a varios personajes, un matrimonio, Alan y Marie, que compra una casa que esconde en su sótano un pasaje con sorprendentes y extrañas propiedades, y por otro lado tenemos al jefe y amigo de Alan y a su pareja, el cual acaba de someterse a una curiosa operación.
Dupieux vuelve a usar situaciones y recursos de lo más extraños y absurdos para contarnos en esta ocasión como sus diferentes personajes se enfrentan a la vejez y sobre la peligrosa búsqueda de la juventud eterna a cualquier precio. Con pocos elementos y mucha imaginación e ingenio, Dupieux construye un relato crudo y obsesivo sobre la edad y como nos afecta de distintas maneras.
Quizás Incroyable Mais Vrai no sea tan loca o radical como su otra propuesta presentada en Sitges, Fumer Fait Tousser, de la que hablaremos más adelante, ni tan divertida y con tanto humor como otras de sus anteriores películas, pero es todo un acierto tratar estos temas a través de premisas propias de capítulos de La Dimensión Desconocida.