Resurrection me ha dejado un tanto descolocado, el thriller de Andrew Semans cuenta con dos actores que son los que mantienen a flote esta propuesta que no en pocas ocasiones se acerca peligrosamente a la incredulidad. Y es que me cuesta ver como nos presentan a un personaje femenino tan fuerte y decidido para luego desmontarlo y hundirlo en cuestión de minutos, cuando un hombre de su pasado aparece y pone su mundo patas arriba.
Rebecca Hall está soberbia, y es gracia a ella que la película no cae en el absurdo durante buena parte del metraje, aunque al final el absurdo se acabará apoderando de la función, pero eso ya es otro tema. Junto a ella tenemos a un no menos inspirado Tim Roth, cuyos papeles de villano siempre se le han dado bien, y aquí interpreta a un acosador al que se le va bastante la pinza.
Hay propuestas en las que por A o por B uno no consigue entrar, y me ha pasado con esta, que tiene un buen inicio e incluso, aunque todo el tema del bebe me patina bastante, en su eje central construye un buen thriller de acoso y de desesperación por parte de la víctima, pero ya su tramo final me acaba de sacar del todo con una resolución en la que no acabo de entrar.