Y acabo mi Festival de Sitges este año con la película sorpresa, la divertida Cashcam de Rob Savage, el director que nos sorprendió en plena pandemia con Host, que vuelve al terror que no pierde de vista la pandemia ni la influencia de la tecnología en esta historia protagonizada por una influencer y rodada con teléfonos móviles, donde buena parte del film sucede en plena transmisión en directo.
Si en La Pasajera nos encontrábamos de protagonista con la parodia del típico españolito, en Dashcam tenemos de protagonista a la típica loca negacionista que está como una cabra y que todo se la suda, un personaje tan odioso como risible, la cantante Annie Hardy que viaje desde Estados Unidos hasta Inglaterra por las restricciones Covid de su país, donde ira por sorpresa a casa de un antiguo conocido donde creará el caos con su actitud. Su amigo acaba echándola de casa, pera esta le roba el coche y se verá inmersa en una pesadilla al recoger a una anciana que no es lo que parece.
Dashcam es una burrada llena de sustos y efectos que hemos disfrutado de lo lindo con constantes risas y aplausos, el Festival es un marco ideal para ver estas cosas, aunque estoy seguro que vista en casa puede perder bastante. A su favor, hay que decir que los títulos de crédito finales son un descojone a ritmo de rap, ya solo por eso merece la pena.
2 comentarios
¡Qué barbaridad, 48 películas! Como siempre, gracias por la crónica y las recomendaciones, espero que hayas recuperado horas de sueño. ¡Un saludo!
Pues si, este año bastantes, aunque es verdad que algunas me he visto en casa gracias al formato online!!!