Witch Hunt nos propone una caza de brujas moderna, y nos lleva hasta un Estados Unidos en la actualidad donde la magia existe pero es perseguida, y las brujas son cazadas y ejecutadas por todo el territorio. La joven Claire vive en un pequeño pueblo fronterizo, y su madre forma parte de una red de protección de brujas, a las que dan cobijo en su casa antes de pasar la frontera a México, donde no son perseguidas.
El film tiene un punto de partida bastante interesante, pero no acaba de convencer en su desarrollo y en los asuntos en que se centra, ya que acaba pesando mucho que la principal protagonista sea la adolescente y sus problemas para lidiar con lo que hace su madre y el tener que fingir delante de sus amigas y en público una cosa que no es. Claire entabla amistad con una joven que acaba de llegar para ocultarse en la casa, con la que descubrirá lo duro que es vivir con el estigma de ser bruja.
Echo en falta conocer más sobre esta realidad y me sobra drama adolescente. Witch Hunt apunta buenas maneras y tiene buenas intenciones, pero también es verdad que hay un par de escenas de guion un poco tontas, como la del bar. Están claro su alegato feminista, así como tratar el racismo de minorías, pero no acaba de dar el salto a aspirar a ser algo más relevante y no quedarse en lo que parece ser un simple film juvenil.