Seguramente sea, junto a Little Monsters, la mejor comedia de terror que hemos visto este año en Sitges, una sencilla y rural historia sobrenatural sobre Rose, una mujer dulce y solitaria que lleva una autoescuela y que reniega de sus habilidades sobrenaturales debido a un incidente cuando las usaba junto a su fallecido padre.
Aunque no para de recibir llamadas pidiendo ayuda para usar sus habilidades, hace caso omiso de todas ellas, hasta que conoce a Martin Martin, un hombre acosado por el fantasma de su mujer y se involucra en una trama en la que una vieja estrella de rock quiere realizar un pacto con el diablo para el que necesita el sacrificio de una virgen, y ha elegido a la hija de Martin como víctima.
Plagada de graciosas referencias y con un humor bastante blanco, Extra Ordinary consigue rápidamente hacerse con el espectador con sus personajes normales y modestos, que se ha llevado un merecido premio del público en la sección Panorama.