Cuando los coreanos se ponen saben hacer thrillers tan divertidos y amenos como el que nos ocupa, que además tiene un protagonista de lo más carismático en la presencia del gran Ma Dong-seok haciendo de gangster duro con una presencia arrolladora.
La cosa va de un policía bastante rebelde que no se deja comprar que tendrá que unir fuerzas con un jefe mafioso para atrapar a un escurridizo asesino en serie que ha cometido el error de atacarlo, lo que dará pie a no pocas hilarantes situaciones.
Con mucho humor y persecuciones trepidantes se va construyendo un thriller fantástico con el que nos lo pasamos en grande, no en vano se lleva el premio del público a mejor película asiática.