El debut tras la cámara del productor Travis Stevens es una simpática película de terror de casa maldita cuyo mayor aliciente recae en su protagonista, un solvente C.M. Punk, que viene del campo de la lucha libre que guarda cierto parecido con Bruce Campbell, pero no solo eso, sino que su papel tiene bastante del personaje de Ash.
Don Koch es un hombre con un turbio pasado que quiere reformarse y convertirse en un buen esposo. Y para ello, mientras su mujer está embarazada, se pone a arreglar una vieja casa que han comprado, pero la casa tiene otros planes.
Película de aire gamberro y con una casa que esconde un oscuro pasado y que no se lo pondrá fácil a nuestro sufrido protagonista, que verá como se le complica la tarea de reparar el lugar, sobre todo después de que haga aparición una bella y provocativa joven. A pesar de que no todo lo que aparece es muy coherente, tiene elementos de sobra para hacer pasar un buen rato.