The Wonderland ya apuntaba a película con claro aire infantil y algo ñoña, y el nuevo trabajo de Keiichi Hara lo es en exceso, hay poca cosa que me logre llamar la atención de este mundo paralelo de fantasía al que nos traslada y sus personajes, salvando a la tía, que es la única que le pone una nota más adulta, son de lo más sosos.
Nos centramos en Akana, una chica que el día antes de su cumpleaños va a la tienda de su tía donde tras poner la mano en una piedra, aparecen del sótano de la tienda un misterioso mago y su ayudante que le dicen que es la elegida para salvar a su mundo. Y allí que se van, a un mundo de fantasía y magia donde un temible personaje está atacando a los aldeanos.
Hay películas claramente enfocadas al público infantil que tienen suficiente entereza como para cautivar también a los adultos, pero no es este el caso. The Wonderland sigue el esquema de viaje a un mundo distinto que ya hemos visto muchas veces con mejores resultados, emular a Ghibli no va a hacer que tu película sea mejor si no hay algo de fondo que contar y todo es tan edulcorado. Eso si, la animación es una pasada, algo a lo que nos tienen ya tan acostumbrados que no creo que sea una baza a destacar.