David Robert Mitchell, el director de It Follows, nos ofrece una de las experiencia cinematográficas del año con esta Under The Silver Lake, un film cargado de influencias y de diversas lecturas en las que a través de su protagonista, un excelente Andrew Garfield que es capaz incluso de tener una graciosa referencia a su Spider-Man, nos ofrece un relato sobre el descontento, la frivolidad y la cultura popular de toda una generación.
Sam, el personaje de Garfield, es un joven al que le gusta vivir sin hacer nada, espiando a sus vecinas y nutriéndose de cultura. Cuando una chica que se acaba de mudar al edificio y con la que entabla amistad, desaparece misteriosamente sin dejar rastro al día siguiente, Sam empezará a seguir una serie de pista que le irá llevando de fiesta en fiesta donde conocerá lo más granado de la alta sociedad y de la cultura del momento en Los Angeles.
Under The Silver Lake se toma su tiempo para ir desarrollando su trama, que muchas veces roza lo surrealista y lo disparatado en medio de un aire de impostada modernidad y con una conspiración de fondo más real de lo que parece, donde las respuestas pondrán en cuestión las creencias más firmes.