El cine de casas encantadas de Hollywood nos tiene acostumbrados a más de lo mismo salvo en contadas ocasiones, y tiene que venir una película argentina como Aterrados a dar un golpe en la mesa y ofrecer un producto fresco, que sin innovar demasiado ni salirse de algunos clichés del género, consigue desde su estremecedor y brutal inicio, que consigamos pasar un rato realmente aterrador.
Cosas inexplicables empiezan a suceder en un tranquilo vecindario, concretamente, los sucesos se centran en tres casas en las que se dan extrañas situaciones, distintas entre ellas pero que parecen tener un factor paranormal común. Un grupo de investigadores de lo paranormal se unirán para dar una explicación a lo que allí sucede.
Aterrados va bastante al grano desde que empieza, y nos presenta las tres historias de manera independiente hasta que vamos viendo cómo se van entrelazando unas con otras. Luego pasa directo al grano en su último tercio con los investigadores paranormales en plena faena para acabar creando una escalada de tensión que consigue realmente inquietarte.
Y todo esto lo consigue sin un gran presupuesto, lo que hace que la película luzca visualmente justita, de aspecto sucio pero que por otro lado da más sensación de real. Aterrados confirma el buen estado de salud del cine de terror latino en general y argentino en particular, con una propuesta bastante aterradora.