Mamoru Hosoda no podía faltar a su cita con Sitges para ofrecernos la mejor película de animación del festival, o al menos de anime, que ya de paso toca pegar un tirón de orejas a la organización porque el anime escasea cada año más en el Festival, y ya no solo el anime, sino la animación en general. Se que la cosecha anual debe ser escasa, pero se echa de menos que la sección anima’t tenga un poco más de relevancia y de películas.
The Boy and the Beast vuelve a demostrar que si hay un digno sucesor del maestro Miyazaki ese es Hosoda, por si todavía alguien lo ponía en duda, y nos ofrece una historia que bien podría haber firmado el mismísimo estudio Ghibli, ya que tiene muchas de las características de sus películas, un viaje inicial, elementos sobrenaturales y una historia de superación y de amistad y familia llena de aventuras y de acción.
Más obviedades, la animación es sobresaliente, el diseño de personajes, el colorido, los escenarios, etc. Además, Hosoda se las ingenia para crear unos personajes carismáticos y con los que congenias enseguida, con lo cual toda la historia viene más rodada y todo es más sencillo.
Allá donde Miss Hokusai fallaba a la hora de entretener, The Boy and the Beast lo consigue de largo todo y que quizás no sea tan redonda como su anterior film Wolf Children, posiblemente lo que sea su mejor película hasta la fecha, pero sigue rozando el excelente.
3 comentarios
No me explico cómo le dieron el premio a Miss Hokusai en un festival como el de Sitges, no sólo por no tener nada que ver con el fantástico, si no porque tampoco ha destacado especialmente por encima de la de Hosoda. De hecho, creo que ha habido más opiniones encontradas para la premiada que para The boy and the beast, que casi todo el mundo alaba.
Pues eso tiene una explicación muy fácil, porque The boy and the Beast se exhibia fuera de competición, que si no ya te digo que se lleva el premio de calle. El porque estaba fuera de competición eso ya si que no lo se, jejeje, a veces por contratos de exhibición a veces porque la distribuidora no quiere, vete a saber.
Pues me quedo más tranquilo, la verdad.