En su momento dije que I am a Hero era la gran sorpresa de este año en Sitges, cosa que se ha visto confirmada con su merecido premio del público. Y es que, poco sabíamos sobre esta adaptación del manga de Kengo Hanazawa ya que hasta la fecha no hay ni imágenes ni un tráiler ni nada de material, ya que ha sido en Sitges donde ha tenido lugar su estreno mundial, ni siquiera en Japón se ha estrenado aun.
Conociamos a su director, Shinsuke Sato, quien se había ocupado de los dos partes de otra adaptación bastante mediática, la de Gantz hace unos años, lo cual ya nos indicaba que el film iba a tirar por una vena comercial y que visualmente prometía acción y efectos especiales. Pero por mucho que se pudiera esperar el resultado final nos hizo quedar cortos, y es que I am a Hero tiene una secuencia al poco de empezar cuando nuestro protagonista finalmente se enfrenta a la infección en masa en medio de la calle que es apoteósica y que es capaz de pasarle la mano por la cara al mítico y grandísimo arranque de Amanecer de los Muertos de Zack Snyder, lo cual no es poca cosa.
Es inevitable que a media película entremos en una fase de calma y de re-situarnos para llegar al acto final, pero no pasa nada, ya sabemos que la calma precede a la tormenta y la película nos ofrece un épico final a la altura, donde nuestro protagonista, un tímido y cobarde ayudante de dibujante de manga tendrá finalmente que dar un paso adelante.
I am a Hero es puro espectáculo y diversión, y la mejor película de zombis que he visto en años, así de claro. Y aunque sea japonesa, hay que decir que es la película menos japonesa que se ha visto este año en Sitges, es decir, que evita, o al menos no abusa en exceso del peculiar humor, el habitual histrionismo y las cargantes parrafadas filosóficas a las que el cine japonés nos tiene acostumbrados y que muchas veces acaban arruinando el visionado de sus películas.