El cineasta mallorquín Hèctor Hernández Vicens debuta con una obra que a priori se las prometía de polémica pero que acaba siendo más una película de tensión y de situación que se descontrola que otra cosa. Todo empieza cuando la célebre actriz Anna Fritz fallece de manera repentina. El joven celador llama a sus amigos para informarles de que está en su morgue y la cosa empieza a degenerar hasta que tiene sexo con ella.
Esta primera idea de que la película va a tratar el tema de la necrofilia no tarda en dar un giro radical de guión que hace que acabe pasando el tema muy por encima. La situación empieza a complicarse y a volverse cada vez peor para los protagonistas, que se verán atrapados entre la espada y la pared con su vida pendiente de un hilo.
A pesar de no ser precisamente lo que se esperaba, El Cadaver de Anna Fritz consigue con poco crear una buena atmosfera de tensión gracias a sus protagonistas, que aunque no dejan de ser arquetipos, están bien logrados. Y encima sabe rematar bien la faena, que ya es mucho tal y como se llegan a poner las cosas.