De buena mañana estreno la nueva sala Tramuntana para ver Anomalisa, lo nuevo de Charlie Kaufman dirigido a la par junto a Duke Johnson que es un film en stop motion que se centra en Michael Stone, un escritor cuya novela sobre como mejorar la atención al cliente ha sido todo un éxito. Abarcamos un día en su vida en el que viaja a Cincinnati para dar una conferencia.
Nos queda claro que si viajas a Cincinnati hay que ir a ver el Zoo y probar el chile, pero bromas aparte, Kaufman firma una obra que es a la vez divertida y tierna, cotidiana y friki, capaz de mostrar situaciones corrientes incomodas con suma naturalidad y luego pasar al momento a alguna escena extraña y todo encaja como un guante.
Al ser en stop-motion no puedo dejar de hablar de una animación maravillosa y de unos personajes que se adaptan perfectamente a la historia, impagable es una escena de sexo que puede ser de lo más real que se haya visto en años en una pantalla a pesar de estar interpretada por muñecos que se mueven con lentitud, que expresan las emociones de cada personaje en cada momento.
Anomalisa nos presenta a un protagonista con problemas, que no sabe que dirección quiere tomar en su vida y que busca desesperadamente el amor de cualquier manera, no importa el medio sino el fin, lo que sea con tal de alejar el sentimiento de soledad que tiene en su austera habitación de hotel. A la vez, se siente incapaz de crear lazos con nadie ya que aspira a una perfección que no puede acabar encontrando. Solo Kaufman nos podía traer una película así que recuerda a sus mejores guiones, una autentica joya que hay que ver si o si.
3 comentarios
¡Qué ganas!
muy, muy, muy esperada! que alegría que pinte bien
Pues si, una delicia, en serio.