Musarañas: Quizás sea la película española, junto con Magical Girl, que más ganas tenia de ver en Sitges, y realmente no ha defraudado. Musarañas es un film de terror psicológico que en twitter mucha gente comparaba con Misery y con La Casa de Bernarda Alba, ambas comparaciones son acertadas, el film es una especie de mezcla muy bien resuelta que nos presenta a Montse, una mujer en plena época franquista que se ha visto obligada a criar a su hermana pequeña ya que la madre murió al dar a luz y su padre desapareció en la guerra. Montse ha criado con mano dura y devoción religiosa a su hermana pequeña, que ahora ya cumple 18 años y ve como peligra su forzada relación, ya que Montse padece una extraña enfermedad que la impide salir de la casa y es su hermana la que se encarga de todo lo relativo a salir.
Juanfer Andrés y Esteban Roel debutan con un notable alto, tanto por la ambientación oscura y opresiva de la casa, de donde la cámara apenas sale, y sobre todo por una elección de actores muy acertada en donde destaca una inspiradísima Macarena Gómez que puede parecer muy graciosa en cierta serie de la tele, pero siempre ha funcionado muy bien dentro del terror y confirma que es una de las mejores actrices españolas de la actualidad. Nadia de Santiago cumple como joven inocente que quiere escapar y Luis Tosar borda otro de esos papeles en los que da muy mal rollo, con su sola presencia ya intimada y acojona.
La película funciona muy bien, sus personajes, su historia, lo que da miedo no es la situación final en sí, que también, sino que lo que realmente da miedo es que Montse es un personaje que te crees absolutamente y que es un tipo de mujer reflejo de una época y una educación que por suerte hoy día ya está extinguida, o al menos eso me gusta pensar.
Musarañas ha gustado mucho, y eso se ha notado al final, cuando ha sucedido algo que yo no recuerdo haber visto nunca así en el Auditori, con todo el equipo sentado al finalizar el film, actores, Hugo Silva, Nadia de Santiago, una chica joven que no recuerdo en nombre, Carolina Bang, los directores y el productor Alex de la Iglesia, se ha formado un circulo de gente alrededor que no ha parado de aplaudir durante todos los títulos de crédito. Ha sido una escena de lo más emotiva e impresionante como la gente agradecía y mostraba su agrado.
I Origins: Por el momento es la película que más me ha gustado del festival, la que encuentro más redonda y que estoy seguro está en la lista de mejor película o mejor guión. Mike Cahill vuelve a repetir en Sitges tras su Another Earth, firmando también el guión y contando de nuevo con Brit Marling. El film se centra un científico llamado Ian que está investigando los ojos humanos para debatir a la religión que no hay nada divino en la evolución humana y que todo se basa en la ciencia. Paralelamente conoce a Sofi, una joven que es todo lo contrario a él, es muy espiritual y cree en la reencarnación y cosas por el estilo. A pesar de que chocan constantemente en el tema, no pueden evitar sentirse mutuamente atraídos y enamorarse.
No voy a explicar nada más sobre la trama, que va mucho más lejos y evoca un enfrentamiento entre la razón y el corazón, entre el mundo científico y el espiritual, entre la fe y la incredulidad. Con un ritmo sosegado pero que no decae en ningún momento y es mucho más dinámico que su anterior film, muestra una controvertida propuesta de ciencia ficción muy bien llevada y que supondrá un total cambio de perspectiva en su protagonista.
I Origins es un film prácticamente redondo que emociona en su final, con unas buenas actuaciones, sobre todo de Astrid Bergès-Frisbey, cuya incursión recientemente en la nueva película del Rey Arturo de Guy Ritchie le augura un prospero futuro en Hollywood. No os perdáis la escena final post-créditos que le otorga aun un grado más de redondez a una película cautivadora y deliciosa.
The Guest: Que bien nos lo hemos pasado viendo The Guest. El tandem Adam Wingard-Simon Barret firman la mejor película de su carrera con esta admirable gamberrada protagonizada por un inconmensurable Dan Stevens perfecto en su papel de tío duro peligroso y encantador a la vez cuyas comparaciones con el Ryan Gosling de Drive no se han hecho esperar.
Stevens interpreta a David, un joven recién licenciado del ejercito que va a visitar a la familia de un compañero de pelotón fallecido. No tarda en ganarse a estos con su labia y sus buenos modales, pero poco a poco iremos descubriendo que tras esa fachada amigable y bonachona esconde un terrible secreto. El carisma del personaje es innegable, y el film pone a su disposición un buen número de escenas en los que puede lucirse a gusto, ayudando al hijo pequeño con los matones del colegio, ayudando a la familia, ganándose a los amigos de la hija, etc.
Wingard y Barret acaban dando rienda suelta al desfase en un último tramo, cuando se destapa el pastel y la violencia desmedida hace aparición. El uso de sintetizadores en la genial banda sonora le otorga todavía un extra más y un aire a cine ochentero que incluso llega a recordar al Carpenter de la mejor época. Imposible no enamorarse de The Guest, una de las grandes de Sitges de este año sin duda.
1 comentario
Vaya nivelazo este año…preveo que va a ser difícil decidir los premios.