Ya estamos en el último día del festival, parecía que no iba a llegar nunca, este año creo que ha sido el que más retrasado he ido a la hora de hacer las crónicas.
Looper: No me equivoco si digo que ha sido una de las más esperadas del Festival, aunque se estrena ya mañana, ha sido un gustazo verla con antelación en Sitges. Looper es todo lo que cabía esperar de ella, Rian Johnson pega su fuerza en su primer film más comercial y vuelve a demostrar que con una buena historia, un gran presupuesto no tiene que ser impedimento para hacer una gran película de acción.
Looper nos habla en el presente, uno no muy lejano, sobre el futuro, donde las leyes y la tecnología existente hacen prácticamente imposible la desaparición de un cadáver y que no se descubra la identidad del asesino. Pero se han descubierto los viajes en el tiempo, y a pesar de estar totalmente prohibidos, la mafia los usa para enviar al pasado a la gente que quiere quitar del medio. Nada más llegar al pasado, atados y encapuchados, los espera un looper, un asesino que se encarga de matarlos y hacer desaparecer el cadáver. Es el asesinato perfecto y los loopers se ganan muy bien la vida.
Un looper trabaja hasta que se le envía a si mismo al pasado para acabar consigo mismo, momento en el cual recibe una gran compensación y se retira como asesino. Esta situación se está dando cada vez más frecuentemente. Nuestro protagonista es un joven engreído que se tendrá que enfrentar a su yo del futuro cuando este escapa de su inminente muerte.
Looper construye una impactante historia de viajes temporales y paradojas, algunas para pensarlas y analizarlas con calma después de ver la película, con dos personajes que son el mismo pero con puntos de vista diferentes debido al paso del tiempo, la escena del dialogo entre los dos es de los puntos álgidos del film. Johnson compone además unos personajes que no podríamos definir entre bueno y malo, sino que son dos egoístas que cada uno mira por lo suyo, por defender su posición y su estatus, uno por proteger su presente, y el otro por asegurarse su futuro tal y como está.
Outrage Beyond: Vuelve Kitano con más de lo mismo, si te gustó Outrage aquí encontraras exactamente lo que esperas encontrar, con los mismos aciertos y los mismos males que su antecesora.
Y es que Outrage Beyond vuelve a ser un baile de personajes, nombres, organizaciones mafiosas, policías corruptos, estatus dentro de la Yakuza y más cosas en las que no hace falta mucho para perderse y hacerse un buen lio sin saber quién es quién. Por lo demás, encontramos al personaje de Kitano en la cárcel, y un policía que busca empezar una guerra de bandas ya que los nuevos miembros jóvenes que ha entrado en la mafia están dejando de lado a los más veteranos.
La acción de verdad tarda una hora en empezar, pero los aplausos son entusiastas a la que el personaje de Kitano empieza su particular carnicería que ya no se detendrá hasta el final. Los fans de Kitano disfrutaran, para el resto siempre va a ser mejor recuperar antiguas joyas de su director.
Beasts of the Southern Wild: Uno de los films más aclamados del año llega a Sitges justo en la sesión antes de la gala de clausura, que como bien presenta su director Ángel Sala, se trata de un regalo al público como fue el año pasado The Artist.
Estamos frente a un emotivo film que se centra en una joven de seis años llamada Hushpuppy que vive junto a su padre en una especie de pequeño islote después del azote del huracán Katrina. Allí viven una serie de personas en medio de chozas sin ningún tipo de adelanto tecnológico, separados de la civilización por un muro, son pobres pero viven felices en medio del agua y la pesca. Pero cuando se avecine una gran tormenta, gran parte de la gente se empieza a marchar. Hushpuppy y su padre deciden quedarse y luchar por su modo de vida, uno de los mensajes del film, el de defender la tierra, defender el hogar.
Hushpuppy tiene una gran imaginación, y se imagina una serie de criaturas prehistóricas llamadas Aurochs, un añadido de fantástico que llega a resultar algo insulso y forzado en su final. La joven actriz Quvenzhané Wallis lo hace perfecto, su voz en off es la que nos guía a través de este realista y crudo relato, que cuenta con una grandiosa banda sonora.
A mi gusto el film se acaba alargando y perdiendo en su propia propuesta minimalista, el enfrentamiento de los dos modos de vida y la búsqueda de la madre me acaba aburriendo más de lo previsto, aunque también pesa el hecho de llevar a las espaldas casi 50 películas en 9 días. Tiene muchas cosas buenas, y su propuesta es arriesgada y fresca, al igual que su mensaje es claro y conciso, pero se me pierde un poco en las formas.