Más Allá de Sitges 2012 XII: Wrong, Rurouni Kenshin y Antiviral

Sigo con las crónicas de Sitges después del parón de ayer en el que no tuve tiempo de nada, y vamos con la segunda parte del miércoles, quedan aun muchos días, así que un poco de paciencia, todo irá llegando poco a poco.

Wrong: Muchas ganas le tenía al nuevo film de Quentin Dupieux tras la magnífica Rubber y realmente no ha decepcionado, sigue los pasos de su primer film a lo que se refiere a humor absurdo y surrealista, aunque a mi parecer este Wrong es mucho más accesible que la historia del neumático asesino, que quizás descolocaba mucho.

Dolph se levanta un día y descubre que su amado perro ha desaparecido, empezará así una aventura en busca de su perro en la que se topará con las situaciones más imprevisibles y con una misteriosa organización que se dedica al cuidado de las mascotas.

Wrong es una maravilla del humor más ilógico e irracional, auténticos golpes que no te esperas y que sorprenden a lo largo de su metraje sin apenas tregua. Situaciones ridículas e imposibles que son tomadas por los personajes como lo más normal del mundo, no quiero explicar nada para no desvelar ninguno de sus innumerables gags, pero algunos son realmente sublimes, con diálogos para besugos, personajes inclasificables y situaciones delirantes. Absolutamente imprescindible.

Rurouni Kenshin: No las tenía todas conmigo, los avances que habíamos visto hasta la fecha no me habían acabado de convencer sobre la adaptación en acción real del conocido anime de Rurouni kenshin, pero en pantalla grande la cosa cambia, y funciona, que es lo importante. Visualmente es espectacular y acertados, tanto las batallas a espada como los personajes en su versión de carne y hueso, como los escenarios.

No siempre han dado buen resultado este tipo de adaptaciones, pero en esta ocasión hay que quitarse el sombrero y admitir que ha dado en el clavo. La trama sigue los primeros pasos del anime, el manga no he tenido el placer de leerlo pero supongo que será más o menos parecido, presentándonos el final de la guerra y años más tarde como su protagonista, apodado Battosai por su fama de asesino despiadado, se ha convertido en un vagabundo que ha prometido no volver a matar.

A partir de aquí empezaremos a conocer a los personajes que se unirán a la vida cotidiana de Kenshin, encabezados por la joven Kaoru, que regenta un dojo al que no va nadie y que se acabará convirtiendo en el hogar del samurái. El film sabe mantener un buen ritmo y condensar toda la historia en sus dos horas de duración, quizás como pega le podríamos achacar que ofrece demasiada información en tan poco tiempo y una ligera falta de intensidad, pero como ya he dicho, se trata de una adaptación más que correcta y muy recomendable.

Antiviral: A mi gusto el mejor film que ha traído Sitges este año, si, a mi me gustó más que Holy Motors, ya que se trata de una historia de ciencia ficción de Brandon Cronenberg que no muchos ya han comparado con la obra cumbre de su padre Videodrome.

Nos encontramos en un futuro no muy lejano, en donde el culto a las estrellas a llegado a tal extremo que sus fans no dudan en inocularse las mismas enfermedades que estás han padecido para sentirse más cercanos a ellas. Pero no solo eso, sino que el film llega más lejos y entre otras cosas nos muestra como se comercializa una especie de comida hecha con células de los famosos que los fans consumen con gusto. Por mucho que pueda parecer algo excesivo e incluso difícil de creer, Antiviral resulta del todo convincente en su irreal escenario, lo cual ya dice mucho a su favor.

Nuestro protagonista es un trabajador de una compañía que vende enfermedades y que además se dedica a sacar estas al mercado negro, lo cual le traerá un buen número de problemas el día que se inyecte en su propia sangre una nueva enfermedad que acaba causando la muerte repentina de la famosa en cuestión.

Antiviral nos propone espionaje entre grandes empresas, conspiraciones, tráfico de enfermedades y muchas más cosas sirviéndose de una tecnología avanzada pero de aire retro en donde el culto a la nueva carne cobra un nuevo significado y quién sabe si será igual de profética que en su día lo fue la obra de su padre en Videodrome.