Puede que sea el año que más retraso llevo en las críticas, va a tocar la semana que viene ponerse al día lo más rápido posible, pero por el momento acabo de repasar lo que dio de sí el resto del lunes.
Citadel: Una de las recomendaba para el Sitges de este año y que a mi personalmente no me ha decepcionado. Nos cuenta la historia de Tommy, como será testigo imponente de la paliza que le propinan a su mujer embarazada sin motivo alguno un grupo de chavales. Está queda en coma y Tommy tendrá que cuidar del bebé además de luchar contra una terrible agorafobia que desarrolla tras el ataque.
Podríamos definir Citadel como terror urbano o terror de los suburbios, ya que nuestro protagonista vive en un marginal barrio del cual intenta salir por todos los medios, pero sin poder lograrlo. El film encuentra sus mejores momentos cuando estos niños acosan al protagonista y su agorafobia lo hace retorcerse del pánico, aun cuando la amenaza es infundada. Porque Tommy tiene miedo hasta de salir de casa, un paso fuera de la casa es todo un suplicio y un gran esfuerzo para él.
El propio director padeció la enfermedad, con lo cual es de suponer que podemos hacer bastante caso de lo que nos cuenta y de lo que sufre el protagonista. Tommy tendrá que hacer todo lo posible por superar sus miedos y enfrentarse a este grupo de chavales si quiere volver a vivir en paz, lo que acabará desenbocando en un final cada vez más cercano al género.
Citadel es un film sobre el miedo y de como luchar para superarlo, Ciarán Foy, su director, no tan solo nos ofrece un retrato crudo y real de un agorafóbico, sino que aprovechando la situación, la introduce dentro del más puro género de terror, atreviéndose a crear además una nueva leyenda urbana sobre estos violentos chavales, que ya veremos son mucho más temibles de lo que aparentan.
No One Lives: ¡ATENCIÓN! Esta es una de las sorpresas más agradables del festival de este año, yo tenia fe en Kitamura, su Midnight Meet Train me gusto mucho y además ya venia de romper en el cine asiático, pero es que con No One Lives consigue darle una vuelta de tuerca a un film tan aparentemente normal de género, que realmente es de aplaudir.
Hemos tenido alguna discusión sobre si No One Lives se puede considerar Slasher o no, comparte algunas de las características del género, pero desde luego que el escenario y la situación es completamente diferente, totalmente original, pasando las habituales reglas del slasher por el forro.
No quiero explicaros nada sobre el argumento, cuanto más virgen lleguéis a ella mucho mejor, más os sorprenderá su propuesta. Luke Evans hace un papel de tipo duro acojonante, con unos diálogos demoledores, gran parte del éxito del film se debe a su presencia y a su carismático papel. Sea o no Slasher, lo que está claro es que tienes que ver si o si No One Lives.
Lovely Molly: Tras un largo día llega la segunda película de esta mini maratón con el nuevo trabajo de Eduardo Sánchez. Yo creo que no era la hora más adecuada para ver un film que se acaba espesando mucho, volviéndose muy claustrofóbico, todo y que creo que la idea y el concepto con su giro final está bastante acertado.
Lovely Molly nos cuenta como Molly y Tim se mudan a una nueva casa en la que no tardan en escuchar ruidos extraños. Tim pasa muchas noches fuera de casa debido a su trabajo, y Molly no tarda en obsesionarse con que en la casa hay algo fuera de lo normal. Molly no podrá evitar caer en antiguos vicios, fumar, y finalmente drogas para intentar hacer más llevadero su miedo, lo que la acabará sumiendo en un terrible espiral de terror de la cual serán incapaces de hacerla salir ni su marido ni su mejor amiga.
Eduardo logra hacer un film oscuro y angustioso con algún susto inicial que funciona, pero que a mi parecer se acaba diluyendo un poco en su recta final, cuando llega el momento de darle un sentido a todo que no deja de ser abierto a interpretaciones, yo si queréis en comentarios lo hablamos. Ya digo que no era la mejor hora y yo no estaba en la mejor condición, algo que es habitual pase en Sitges como ya veréis más adelante.