Vaya horas de postear, pero mejor me pongo con ello ahora que mañana toca madrugar y no se cuando encontraré un rato para ponerme, y luego se me va acumulando la faena que no veas, así que voy a comentar sin enrollarme todo lo que ha visto el día de hoy.
Goemon: El regreso de Kazuaki Kiriya después de la excesiva Cassherm no deja de ser otra muestra de excesos, aunque esta vez algo más contenidos. Esta historia del famoso ladrón japonés al estilo Robin Hood nos prometía un gran espectáculo visual, y efectivamente así ha sido, pero hay que aclarar que me ha sorprendido el cante de la mayoría de los efectos especiales, como si fueran muy chapuceros. Las escenas de acción nos recuerdan claramente al anime más desfasado donde los protagonistas van saltando de tejado en tejado, haciendo acrobacias imposibles y con peleas donde el héroe se enfrenta a ejércitos enteros masacrándolos sin piedad. También tenemos bellos escenarios y construcciones monumentales, pero todo da mucha sensación de ordenador.
El exceso está también en el apartado melodramático en su tramo final con tintes de tragedia Shakesperiana donde parece que no va a quedar vivo ni el apuntador. La suerte es que esta vez la trama es fácil y sencilla de seguir, y lo que nos quiere transmitir la película está claro, las ansias de poder, la venganza y el precio a pagar por la libertad, que hace que en su conjunto sea bastante ameno a pesar de todo, una cinta de aventuras y acción sin muchas complicaciones.
Crows Zero 2: Después de la divertida e impactante Crows del año pasado, tocaba este año ver su secuela, pero Miike ha convertido la acción a raudales y el divertimento de su primera parte en una secuela bastante aburrida. En una segunda parte, hay que dar algo más de lo ya visto, innovar y ofrecer algo nuevo, pero Miike nos ofrece una historia muy sosa sobre la búsqueda de identidad del líder de la banda, que no logra transmitir más que tedio.
Volvemos con los protagonistas de la primera parte, que esta vez tendrán que enfrentarse a un instituto rival, pero así como en la anterior nos encontrábamos con un protagonista dispuesto a hacerse con el control del instituto a base de hostias y con mucho carisma, aquí lo encontramos durante buena parte del metraje con desgana y sin ánimos de hacer nada, ni de liderar a su grupo. La amenaza del instituto rival es cada vez más fuerte y la cinta va discurriendo por tramas paralelas sin acabar de coger el ritmo y con pocas ganas. Al final se salva con un recital de puñetazos y de acción desenfrenada, pero que no deja de ser más de lo mismo, puñetazos y hostias a diestro y siniestro sin llegar a ofrecer nada realmente destacable o diferente a su predecesora.
Hierro: El debut de Gabe Ibañez es un film precioso, de bellos planos y parajes paradisiacos, pero que realmente no nos cuenta gran cosa. La protagonista es una madre soltera que en un viaje de vacaciones con su hijo a la isla de Hierro pierde a su hijo en el Ferry de ida y nunca llegan a encontrarlo. Pasado el tiempo, recibe una llamada para que vuelva a la isla a identificar el cadáver de un niño encontrado ahogado que podría ser el suyo. Pero una vez allí, dice que ese no es su hijo y obligada a quedarse unos días en la isla empezará a investigar por su cuenta.
Hierro se preocupa más por retratarnos a una omnipresente Elena Anaya angustiada, dolorida, paranoica, atormenta y obsesiva en multitud de escenas, en el baño, en la ducha, en la playa, y en una isla de Hierro deshabitada, y se despreocupa bastante de contarnos gran cosa más. Repleta de tiempos muertos y escenas recreativas con tintes surrealistas que acaban agobiando. Y para colmo nos brinda un final tan tramposo como previsible. Si les apetece ver un publirreportaje de la isla de Hierro con una guapa, pero excesivamente delgada, Elena Anaya de fondo, está seguramente es su película.
Thirst: Menos mal que el maestro Park Chan Wook ha venido a salvar la tarde con su epopeya cotidiana de vampiros y de religión cristiana. El director nos ofrece una visión tan cercana y mundana del vampirismo semejante a lo conseguido en su día por Guillermo del Toro en Cronos. El protagonista es un sacerdote, el siempre sublime Kang-ho Song, que después de prestarse a unos experimentos para hallar la cura de un virus, acaba contaminado con sangre de vampiro. Este hecho le llevará a plantearse su vida como sacerdote a través de su ansia de sangre y de su descubrimiento del sexo como si de un Pájaro Espino se tratase.
La trama se nos va presentando a distintos niveles cargados de gran crudeza y realismo, a la vez que sin perder la bis cómica y surrealista en algunos momentos en una combinación maravillosa que va discurriendo a su ritmo sin perder un ápice de interés. Atentos a ese final, como en toda su crudeza y dramatismo sabe hacernos sonreír en su proceso con genial maestría. Si antes de su visionado ya estaba en la lista de posibles triunfadoras de esta edición, ahora se apuntala en lo más alto de esta lista a falta de ver aun otras posibles candidatas.
El retraso de media hora en la sesión de Thirst, sí hoy también van tarde, hace que se haga tarde para asistir al pase de The Hills Red Run y Smash Cut, pero bueno, en parte no me preocupa mucha ya que el cansancio del día de hoy hace meya y mañana hay que madrugar, y son cintas “fáciles de conseguir” que una vez pasado el festival podre ver con calma y comentar.
Como curiosidad, al salir de la sesión de Thirst, nos encontramos con un nutrido grupo de jovencitas haciendo cola con sacos de dormir para asistir por la mañana a la preview de la nueva entrega de la saga Luna Nueva, ¡que es a la 1 del mediodia! Ver para creer.
Enlaces relacionados: Trailer de Goemon, trailer de Crows Zero 2, trailer de Hierro y trailer de Thirst.
2 comentarios
No me atrae ninguna. Crows Zero, la primera, no logré ni terminarla. Quizás como manga quedaba bien pero como película me parecía una estupidez (a mi gusto, claro)
Park Chan Wook me gusta (Oldboy y JSA son dos peliculones), pero Thirst no termina de interesarme.
Saludos 😉
Ya en Casshern los efectos por ordenador cantaban opera (sólo costó 6 millones de dólares, vamos que no se gastaron nada en contratara ILM) pero me gustó por cómo estaban diseñados. Espero que con Goemon pase lo mismo.