Crítica: Welcome to the Punch

Welcome to the Punch es un thriller dirigido por Eran Creevy que se desarrolla en un Londres nocturno de filtros azules, de luces artificiales, de acero y cristal. Su esplendorosa secuencia inicial así lo atesora, a cámara lentificada vemos como cuatro atracadores  escapan de un edificio en motos y cargados con el botín.

El policía Max Lewinsky hace tiempo que le sigue la pista a esta banda, y se presenta en el lugar de los hechos justo cuando estos huyen de la escena. Su persecución no acabará bien y estos escaparan y desaparecerán. Tres años más tarde, Max sigue en la policía pero aun no ha superado ese fracaso, así que cuando atrapan al hijo del jefe de la banda con una herida de bala, sabe que este volverá a por él de su retiro y será su momento de atraparlo.

Welcome to the Punch se apoya en todo momento en un estilo posmodernista elegante y visualmente cuidado que puede recordar bastante al cine de Nolan, a la noche de su saga de Batman así como a su último thriller Inception. Una buena ambientación y una banda sonora moderna para un thriller de estilo clásico que baraja corrupción policial, una banda de ladrones y un policía empeñado en hacer lo correcto y redimirse de su frustrado pasado. Finalmente, ladrón y policía tendrán que colaborar para destapar la conspiración en la que se han visto envueltos.

El film cuenta con un reparto encabezado por James McAvoy en la piel del policía que el actor resuelve con solvencia, pero destaca mucho más su contrapartida en el lado fuera de la ley, el ladrón Jacob Sternwood que interpreta Mark Strong con un gran carisma y gran personalidad. Completan el reparto más rostros conocidos como Andrea Riseborough, vista recientemente en Oblivion, y David Morrissey, que hemos podido ver en la tercera temporada de The Walking Dead, ambos en pequeños papeles pero muy sobrios los dos. Si sois aficionados a ver series o películas británicas seguro que reconoceréis a más de uno y de dos secundarios.

Welcome to the Punch no inventa nada nuevo en su historia, es la de un policía que está dispuesto a todo para atrapar al ladrón que le humilló, aunque para eso tenga que pasar por encima de todos. Pero al personaje le acaba faltando algo más de ímpetu, acaba acartonado y la relación entre él y el personaje de Strong no llega a cuajar, como si Creevy, que también firma el guión, intentara ser demasiado comedido y no se atreviera a exponer a sus personajes más de lo debido el uno al otro. La improbable asociación entre los dos para enfrentarse a un enemigo común debería hacer que saltaran chispas entre ellos, y Creevy no lo consigue.

De todas maneras, si disfrutas con los thrillers de factura pausada y cuidada puesta en escena, dale una oportunidad ya que Welcome to the Punch merece la pena a pesar de no convencer del todo y lleva al cine británico muy cerca del de Hollywood en lo que a técnica se refiere. Creedy demuestra que es capaz de rodar de manera brillante, pero tropieza con su propio guión que debería ser mucho más fluido, una trama de corrupción mejor orquestada y contar con más fuerza en la relación entre sus dos principales protagonistas.