Way Down, o The Vault, que es como parece se ha estrenado en Estados Unidos, es el nuevo trabajo de Jaume Balagueró, que se pasa al thriller de atracos imposibles con la particularidad de que, a pesar de su casting mayoritariamente de habla inglesa, se desarrolla en España durante la semana de la famosa final del Mundial de Futbol de Sudáfrica. En el film, un grupo trama entrar en la cámara del Banco de España para robar una caja que ellos mismos habían rescatado del fondo del mar y que contiene un gran tesoro.
Pero para ello necesitan resolver el misterio de la cámara acorazada de la cual no hay datos ni planos, y para ello reclutan al joven Thom Johnson, un brillante ingeniero que las empresas se pelean por hacerse con él, pero que busca retos más interesantes. Un Freddie Highmore en el papel de chico listo y de rostro inocente en el cual se encuentra bastante cómodo aunque en algunos momentos pueda resultar un tanto repelente, y al que le faltan tablas para llevar el peso del film, lo cual se nota en el resultado final.
Balagueró nos ofrece un Ocean’s Eleven a la española, un film que es pura evasión y al que no hay que cuestionarle demasiado sus licencias. No deja de ser un compendio de tópicos del género y de situaciones en las que los planes iniciales se tuercen, pero que milagrosamente siempre acaban solucionando en el último momento. Y todo ello en medio de un escenario que hay que reconocer que tiene su gracia y que está muy bien integrado en la historia, el de la final del Mundial.
De lo mejor que se puede rescatar es un inmenso Liam Cunningham, al igual que unos solventes Luis Tosar y Jose Coronado, en cambio es la parte más joven la que no acaba de convencer, como ya hemos dicho de Freddie Highmore y una Astrid Bergès-Frisbey que tampoco acaba de gustarme como chica dura y curtida, aparte que la relación entre ambos de tensión sexual está cantada desde el principio, parece que se han creado los personajes a medida, había que mete a una chica joven en el grupo para hacer de contrapartida al joven ingenioso.
Way Down esconde pocas sorpresas, giros que se ven a la legua y situaciones que ya sabes que van a ser un más difícil todavía en un atraco que se va complicando con problemas que van solucionando sobre la marcha para que al final todo acabe como tiene que acabar. Entretiene si uno consigue dejarse llevar, aunque le falta el carisma de otras producciones americanas similares, como la nombrada Ocean’s Evelen y sus secuelas, o incluso se puede emparentar con La Búsqueda de Nicolas Cage por su elemento de tesoros escondidos.