Es inevitable comparar esta Uncanny con Ex-Machina, la gran cinta de ciencia ficción de Alex Garland, ya que ambas tienen un mismo punto de partida aunque cambiando el sexo de la inteligencia artificial, que aquí es un hombre, y lo que tenemos es una periodista que viene a pasar una semana con él y con su creador, una especie de joven ermitaño que ha vivido encerrado en su laboratorio desde que acabó la carrera.
Al igual que sucedía con Ex-Machina, se pretende evaluar a la I.A., ver sus capacidades y hasta que punto se acerca a una persona real. Entran en juego aquí las emociones que es capaz de expresar la máquina, y Uncanny apuesta su baza a una historia de amor a tres bandas, ya que Adam, la I.A., empezará a quedarse prendado de la joven, mientras esta por el contrario se va enamorando de su creador.
Visualmente es muy modesta, todo sucede dentro de un apartamento, aquí la película de Garland gana por goleada pero tampoco vamos a recriminarle la falta de presupuesto en comparación, ya que lo que nos interesa es que el guión sea bueno, y realmente consigue llevar una trama más que previsible de manera acertada a base de construir buenos diálogos y crear unos personajes bien definidos.
Para tratarse de una producción modesta los actores están los tres bastante bien, es donde suelen fallar en general este tipo de productos. Básicamente tenemos tres actores interactuando, quizás el más conocido pueda ser Mark Webber, al que hemos visto recientemente en Green Room, el remake de 13 Sins o en la cinta de terror Jessabelle, que hace el papel de de científico adicto a su trabajo, un nerd de tipo standard que al menos se aleja de cómo lo hemos visto en otras producciones. David Clayton es la atractiva I.A., actor que viene sobre todo de series de televisión, se pasa toda la película con mirada al vacio y poca expresividad, manera fácil de interpretar a un robot humanoide. La tercera en discordia es Lucy Griffiths, puede ser que os suene si habéis visto la malograda serie Constantine, y dentro de poco la podremos ver en Preacher. Cumple con su papel de nena mona e inteligente.
Uncanny se nos descubre como una película de ciencia ficción independiente realizada con bastante mimo hasta que nos ofrece un final tan efectista como ridículo y absurdo que acaba tirando al retrete todo lo bueno construido hasta el momento y es cuando se destapa como una directo a DVD más del montón, dejandote con una sensación de estafa total y de tomadura de pelo que le acaba restando puntos.
2 comentarios
No estoy de acuerdo con la crítica. El final es excelente y muy oportuno. Si hemos de juzgar la diferencia o similitud entre una IA y un ser humano, la película nos aporta la perspectiva desde los dos puntos de vista: una IA puede ser como un ser humano? Un ser humano puede asemejarse a una IA? Una gran empresa y los servicios de seguridad del estado pueden someter a los dos al mismo trato degradante de meros objetos?
Me alegro te haya gustado, al final el cine es eso, disparidad de opiniones y debatir con educación, gracias!!