Tras la estupenda Un Lugar Tranquilo, llega ahora esta inevitable secuela en la que John Krasinski regresa como director y también como guionista, y aunque se ha perdido el efecto sorpresa que hacía de la primera parte un film de terror en donde los silencios eran su mejor baza contra esas criaturas que eran atraídas por el ruido y ese final trepidante y dramático donde se descubría su punto débil, esta secuela sabe volver a aprovechar esos puntos para crear momentos de igual tensión e incluso llevarlos un paso más allá y elevarlos con trepidantes momentos.
Tras un espectacular prólogo donde vemos el primer día de la aparición de las criaturas, con un impagable plano de esa nave espacial que a todos nos sonará, el film nos deja justo donde acababa la primera parte, encontrándonos de nuevo con la familia Abbott, que deberá emprender un viaje fuera de su zona segura en busca de ayuda, y para poder ofrecerles de paso su descubrimiento sobre las criaturas. En su camino se toparán con Emmett, el personaje de Cillian Murphy, que es un viejo conocido del pueblo y al que deberán convencer para que les ayude.
Krasinski maneja con soltura las escenas de tensión, y aunque se le podría echar en cara que muchas veces estos encuentros con las criaturas son un tanto forzados y previsibles, sobre todo por decisiones de los personajes un tanto cuestionables, lo del niño en el refugio es de juzgado de guardia, o la trama de la niña, o incluso ese final donde las historias se solapan y que es un tanto efectista, pero tiene la ventaja de que te sientes tan enganchado a la historia que te dejas llevar por ella.
Se algo caracteriza a las secuelas, es la oportunidad de profundizar en el origen de las criaturas, pero aquí Krasinski tan solo nos da una ligera pincelada de donde vienen en su prólogo, y la verdad es que he echado en falta saber algo más de ellas, como donde se esconden o como sobreviven y se relacionan entre ellas, porque al final son tan solo seres que atacan indiscriminadamente al ruido de manera violenta. Y luego aparecen una serie de personajes más de los que tampoco nos cuenta nada ni sabemos muy bien el porque actúan como lo hacen. Son pequeños detalles que me hubiera gustado se explicaran más y mejor.
Un Lugar Tranquilo 2 juega de nuevo con los ruidos y la tensión, y lo hace de maravilla a pesar de que algunas situaciones desafían la lógica, nos lleva fuera de la granja de la primera parte y nos muestra como es ese mundo devastado por las criaturas, nos descubre algunos detalles más sobre ellas que no conocíamos, aunque no todo lo que nos hubiera gustado conocer sobre ellas, y acaba con un atisbo de esperanza de cara a una tercera entrega que esperemos resuelva muchas de las dudas que aun nos quedan.