Crítica: Transformers One

by dragón negro | 23 septiembre, 2024 21:19

Transformers One era la película que a esta alturas necesitaba esta saga que acumula ya cinco películas además de un par de spin off. Transformers One supone un soplo de aire fresco en la franquicia que ya estaba dando muestras de agotamiento y de la cual eran ya mucho mejores los spin off que la propia saga. Una vez la animación vuelve a demostrar que es un género que funciona y cuyas películas tienen una calidad por encima de la media.

Transformers One nos lleva al principio de todo, al planeta natal de los transformers llamado Cybertron, y a como se forjó la relación entre Optimus Prime y Megatron, antes incluso de llamarse así, como eran dos buenos amigos desde un principio y como las circunstancias y los diferentes puntos de vista sobre la situación llegaron a crear esa enemistad que todos conocemos de las películas de acción real.

Cybertron en un planeta que se encuentra en decadencia, cuyos habitantes en su mayoría son mineros que se dedican a extraer Energon, el combustible que utilizan los robots para funcionar, y donde todos ellos han perdido su núcleo y con él la capacidad de transformarse, tan solo la élite puede hacerlo. Pero Orion Pax y D-16, que es como se llamaban de entrada Optimus Prime y Megatron, deciden rebelarse y participar en una carrera en la que nunca han participado los mineros para demostrar que pueden ser igual que los robots superiores, la cual cosa los meterá en problemas y a descubrir la verdad que se esconde detrás de Cybertron y sus líderes.

Vale que el guion es un tanto predecible y que se ve venir a la legua lo que realmente sucede en el planeta, pero no quita que el film esté muy bien realizado y que se disfrute de principio a fin, tanto para los fans de la saga cinematográfica, como los fans de los transformers de toda la vida, e incluso para los que se acercan a los personajes por primera vez. La animación es espectacular y casi que mucho mejor en las transformaciones que su homólogos de acción real. Y el humor no molesta en absoluto, con un brillante Bumbeblee que no para de hablar por los codos y donde uno entiende que duro debió haber sido para él no poder hablar en la saga del cine.

Quizás el cambio de Megatron a villano se podría haber trabajado un poco más, hay un punto en el que parece que de repente empieza a pensar todo lo contrario que Optimus y a volverse un poco loco, pero no me acaba pareciendo un problema mayor cuando el resto del film cumple con creces. Me parecería una pena que al ser un producto de animación la gente lo tomara como un film para niños, ya que cualquier adulto que haya visto alguna película de la saga podrá disfrutarlo como él que más.

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