De todos los personajes que empezaron la andadura de este universo Marvel hace ya casi 10 años, los más importantes de la Casa de las Ideas con los que se podía contar por tema de derechos, está claro que Thor ha sido el que menos suerte ha tenido cinematográficamente hablando. Esta tercera entrega tenia la difícil tarea de arreglar un poco el desastre que fue sobre todo su segunda parte, y para ello se ha contado con una cara fresca y renovadora, la del neozelandés Taika Waititi, que ha conseguido triunfar gracias a una parodia de los vampiros como es What We Do in the Shadows.
Y eso es precisamente lo que hace en esta Ragnarok, coger al personaje de Thor y llevarlo al campo de la parodia en una aventura de aire cósmico que nos lleva al personaje hasta la otra punta de la galaxia donde tendrá que buscarse la vida para volver a casa y derrotar a Hela. Para ello contará con Hulk, la ayuda de su hermano y de una joven cazarecompensas.
Waititi se lleva a Thor a su terreno, lo cual es bastante coherente tanto para bien como para mal. El resultado es un film cargado de humor, donde ya no solo Thor parece una parodia de si mismo, sino que también el resto de personajes tienen su punto, desde Loki, que lo mismo te engaña que te viene a ayudar, hasta Bruce Banner, cuando deja de ser Hulk resulta demasiado patético.
Lo bueno es que le ha quedado una aventura llena de acción y muy distendida de principio a fin, lo malo es que este Thor no parece el mismo que hemos visto antes, rompe cosas con solo tocarlas, es patoso y torpe, y parece estar todo el rato de cachondeo, hasta cuando tiene que luchar. Evidentemente, el tono es muy similar al de Guardianes de la Galaxia, pero claro, a estos ya los conocimos así, no nos lo han cambiado de golpe.
A pesar de todo, a los actores se les nota cómodos con sus personajes y con estos cambios, todos sacan a relucir una vena cómica que no habían explotado en otros films, aunque tanto humor y tan chorra hace que por otro lado el film pierda intensidad dramática. Es que están a por destruir toda Asgard y no hay ningún momento en que esto te importe lo más mínimo, es lo que tiene cuando uno se mete de lleno en la comedia, que mucha risa, mucha aventura y mucha diversión, pero las amenazas no consiguen hacerte padecer tanto como en una película más seria. Lo que nos lleva a Hela, una Cate Blanchett impresionante en un nuevo villano desaprovechado de Marvel, lo cual, por mucho que cueste decirlo, no es una novedad.
Ragnarok supone un gran cambio para Thor en el tono de sus desventuras, y desde luego que acaba siendo mucho mejor que su segunda parte, pero tampoco es la gran película del personaje que se esperaba, sino que se queda un poco en medio. Si nos lo tomamos como lo que es, un mero entretenimiento al que tampoco hay que pedirle gran cosa, la llegaremos a disfrutar, pero no llega mucho más lejos.
2 comentarios
el director es neozelandés no australiano.
Si, tienes razón, debia corregirlo antes de publicar pero se me pasó, gracias.