Siempre he sido un gran recomendador del film original belga, lo considero uno de los mejores thrillers de la década pasada a nivel europeo, con lo que me alegré bastante al ver que se iba a realizar el remake americano y que iba a ser el propio director Eric Van Looy el que lo iba a realizar, lo que bien podría ser un primer paso para una carrera al otro lado del charco.
Cuando tienes una película que funciona a la perfección como un reloj suizo no es necesario aplicar muchos cambios, y Loft tampoco es que los admita demasiado dentro de su particular puzzle, con lo que Looy se limita prácticamente a realizar un calco del film original sin desviarse un ápice de su trama, haberlo hecho de otra manera creo que hubiera sido un error.
Eso quiere decir que tenemos igual a cinco hombres casados, buenos amigos, cuando uno de ellos, arquitecto de éxito, que les propone alquilar un apartamento en el último edificio que ha construido. Cada uno de ellos tendrá una llave para usar el piso a su sin tener que dar explicaciones a nadie y sin que queden registros de tarjetas o de hoteles que sus mujeres puedan rastrear. Pero una mañana, aparece el cadáver de una mujer en la cama, lo que llevará a los cinco a empezar a desconfiar unos de otros y a descubrir una serie de secretos entre ellos.
Incluso las personalidades de los protagonistas son iguales a las del film original, ya que es uno de los requisitos para que todo encaje y funcione, pero claro, encontramos aquí rostros conocidos de actores americanos que cumplen pero que no dejan de realizar una actuación funcional y con poco que destacar. Tan solo James Marsden se desmarca un poco del resto para bien y sobre todo una guapísima y convincente Rachael Taylor.
Todo esto hace que la película no tenga la frescura de la original, aunque la trama sea igual, el convertirla en producto americano medio hace que pierda fuerza de convicción y de originalidad. Además del hecho de que con la multitud de escenas de cama que hay no se enseñe ni un solo pecho entro otras cosas. Y es que queda ridículo ver como en todo momento se están buscando artimañas para evitar enseñar teta, algo que en la película belga era de lo más natural.
Podría recomendarte el film, pero si has visto el original es prácticamente lo mismo pero un peldaño por debajo, y si no has visto el original, no se que sentido tiene recomendarte esta copia cuando puedes ver el film belga que es mucho mejor.