La ciencia ficción, los robots y la Inteligencia Artificial siempre han dado mucho juego en el cine, y mucho más ahora que la IA está más presente que nunca en nuestra vida cotidiana. Por eso, un film como The Creator era más que bienvenido este año, con esa representación de un futuro en guerra y dividido entre humanos y las IA y defensores de estas, que prometía un conflicto que podía dar mucho juego pero que finalmente se queda un poco en un quiero y no puedo.
El escenario que nos presenta The Creator es que en el futuro, humanos e IA conviven hasta que estalla una bomba nuclear en Los Ángeles y Estados Unidos culpa a la IA y les declara la guerra. Pero en Nueva Asia siguen siendo aceptadas y usadas. Estados Unidos crea una gran nave de combate en su misión de erradicar toda IA, y busca desesperadamente al que llaman Nirmata, la mente detrás de un arma capaz de acabar con los humanos.
Vamos con lo bueno, y es que visualmente no tiene pega alguna, ese contraste de lo rural y lo tecnológico resulta impactante y está muy logrado, con unos efectos especiales muy buenos, y Gareth Edwards nos deja imágenes e incluso secuencias que son un espectáculo. Se nota que hay una muy buena producción detrás, los diseños de robots, vestuario, y escenarios lucen asombrosos, y no cuesta mucho encontrar referencias y homenajes, desde Star Wars a incluso el anime más futurista.
Pero por contra, tenemos un guion al que después de darle cuatro vueltas se le empiezan a ver demasiado las costuras, y ya no hablo de la típica trama de hombre perseguido por todo el mundo que es la misma de cualquier película ramdon de este tipo, sino de muchos detalles que no cuadran y decisiones de guion que son de lo más rebatibles y ya deberíamos entrar en spoilers. No está nada mal a reflexión sobre las IAs que nos quiere trasladar, pero son pinceladas de brocha gorda en medio de una trama que parece preocuparse más por la acción.
John David Washington está claro que no es su padre, y que al chaval le cuesta, pero para mi no acaba siendo una lacra, está justito y ya está. Con lo que al final tenemos en la balanza las dos partes, que a mi gusto personal, queda bastante equilibrada entre lo bueno y lo malo, con lo que no ha sido una pérdida de tiempo ni mucho menos, pero es una lástima que los blockbusters de hoy día cuenten con un aparatado técnico y visual tan bueno, y que no sepan aprovecharlo en su mayoría para ofrecer una historia con más profundidad.