Que bien que se vaya normalizando esto de estrenar anime en nuestros cines, es una gran oportunidad para el gran público de descubrir películas de animación diferentes a la ya habitual y demasiado presente animación digital, y sobre todo es una suerte para el consumidor habitual no tener que esperar al festival de turno para disfrutar de animación japonesa en pantalla grande. Ya pude repetir Belle el año pasado tras verla en Sitges, y ahora ha sido el turno de esta Suzume que no llegó a Sitges, pero que se ha dejado ver en pantalla grande como merece.
El nuevo trabajo de Makoto Shinkai es otra maravillosa película que sigue la linea de sus dos anteriores trabajos, Your Name y Weathering With You, mezclando catástrofes naturales con fantasía, y siempre protagonizadas por una chica adolescente. En esta ocasión, Shinkai se centra en los terremotos que asolan Japón a menudo y en unas puertas mágicas que son las causantes de los fenómenos cuando se abren, aunque lo mejor es ir a verla sabiendo lo mínimo de ella para dejarte sorprender por su original propuesta.
Todo empieza cuando Suzume se encuentra con un joven de camino al instituto que le pregunta por unas ruinas cercanas. Intrigada por la pregunta, Suzume decide investigar por su cuenta e ir a las ruinas, donde descubre una misteriosa puerta que parece un portal a otro mundo. Allí, libera sin querer al guardián de la puerta, lo que la llevará a un viaje por todo Japón para cerrar otras puertas y evitar que se produzca un desastre.
Suzume se encuentra en su viaje a todo tipo de personas que la ayudarán en su propósito, volvemos a encontrarnos con una cinta llena de optimismo donde todo el mundo es amable y buena persona. Pero lo importante es que se trata de un viaje iniciático que recorre puntos estratégicos en Japón donde ocurrieron grandes desastres y sirve a modo de homenaje a la sufrida población japonesa y a su espíritu de superación.
Shinkai vuelve a ofrecernos una animación maravillosa, colorida y llena de detalles, todo un espectáculo digno de apreciar en pantalla grande. Con un sentido de la aventura mucho más marcado que en sus dos anteriores trabajos, es capaz de convertir una simple silla infantil en un personaje memorable. Y remarcar también una preciosa banda sonora. Eso sí, la historia de amor está un poco metida con calzador, y quizás su tramo final tiene algunos elementos un tanto forzados para llevarnos hasta donde quiere, pero es un final tan bonito que hace que dejemos de lado estas nimiedades para emocionarnos con la historia de su protagonista.
Suzume es una película muy personal, el propio Shinkai se obsesionó con el tema tras el terrible terremoto en la región de Tōhoku en 2011, lo que le hizo embarcarse en el tema de las catástrofes en su obra como ya hemos visto, y en este aspecto, el film explora ese sentimiento de pérdida y superación con las puertas mágicas en una metáfora de fantasía muy lograda.