Crítica: Stung

Stung es una nueva incursión en el cine de monstruos con aires de comedia en donde esta vez unas avispas gigantes harán de las suyas en una cena al aire libre organizada en una mansión en medio de la nada en el campo donde mira tu por donde no hay cobertura de móvil y el teléfono dura lo mínimo. Cuando daño ha hecho la telefonía móvil al cine de terror, siempre hay que buscar localizaciones sin cobertura en medio del campo, luego nos quejamos aquí de las coberturas, pero mira en Estados Unidos que mal están.

No suelo ser muy quisquilloso con las licencias que se toman las películas, y más si tenemos en cuenta que esta Stung es un entretenimiento muy ligero, pero es que hay cosas que son tan poco creíbles que ya me sacan directamente de lo que estoy viendo. Que tras sufrir una picada de una avispa en pocos segundos la gente se transforme en una avispa gigante es una flipada muy grande. Vale que queda muy vistoso y muy gore, y que además se ha usado mucho maquillaje y animatronics, pero no es excusa para hacer lo que a uno le venga en gana.

Si este fuera el único problema de Stung, mira, podría pasarlo por alto y disfrutar de la película, pero no, hay más cosas que no funcionan, porque Benni Diez en su debut parece que no sabe muy bien si quiere hacer una comedia o por momentos quiere hacer un film de terror serio con tensión y sustos. Lo que si está claro es que no pretende complicarse la vida ni con muchos personajes, ni con una trama muy complicada, todo muy sencillo, un par de explicaciones así por encima y poco más.

Tras un prólogo correcto que presenta a los personajes, no tardamos en entrar en acción, cosa que se agradece, y tras la escena del primer ataque nos quedaremos con muy pocos personajes. Stung quiere centrarse en su pareja de protagonistas, los dos encargados del catering de la cena, él es un graciosete inmaduro enamorado de la chica, y ella es la chica mona madura y fuerte, con lo que le sobran el resto de invitados a la cena y se los ventila de un plumazo.

Stung no solo es un compendio de tópicos del cine de terror en general y de monstruos en particular, sino que además en su segunda mitad se me hace tremendamente aburrida, una vez se quedan los dos protagonistas solos el interés cae en picado y la presencia de Clifton Collins Jr. es más ridícula que otra cosa. Mira que apuntaba maneras y nada, un nuevo chasco.